Suelo Radiante
El funcionamiento del suelo radiante se basa en la transferencia de calor desde el suelo hacia el ambiente mediante radiación y conducción térmica. El sistema se instala debajo del revestimiento del suelo, ya sea de baldosas, madera u otros materiales, y distribuye el calor de manera uniforme por toda la superficie.
Este tipo de calefacción ofrece varias ventajas. En primer lugar, proporciona un calor agradable y uniforme en toda la habitación, eliminando la sensación de pies fríos o puntos de calor incómodos. Además, el suelo radiante es eficiente energéticamente, ya que puede operar a temperaturas más bajas que otros sistemas de calefacción convencionales, como radiadores. Esto resulta en un ahorro de energía por lo tanto, en una reducción de costos de calefacción.